Entender lo imposible se complica. No hace falta ver la preocupación que te genera buscarle la vuelta y mientras tanto das vueltas y vueltas y vueltas... Y por lo general son boludeces que ni siquiera valen la puta pena.
De alguna manera son formas que tiene la vida para eseñarte algo. Hay quien se da cuenta y le resta importancia y quien...se enferma. Y de verdad, no es joda.
Inseguridad, ansiedad, ataques de pánico, abuso de drogas legales. Si dije legales, porque abusar de las ilegales mientras se evite la pasta-base y la cocaína, al resto las considero curativas, en algunos casos, mejor que el Alplax.
No seamos hipócritas vas a decir, y tenés razón. No soy Mahatma Gandhi. Me saco y me recaliento con una facilidad asombrosa, pero al tiempo también me siento y pienso, como ahora.
Entonces...estamos yendo para ahí, si.
La manera tan diplomática que tienen para mentir algunos seres vivos de este loco planeta, te generan ese no se qué de hijaputez inconmensurable, que al toque decís, GUAU.
De alguna manera, claro está, que me gusta. Que NOS gusta.
Por eso, para evitarlo cada tanto no está tan mal, tomarse cierto momento de tranquilidad...
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