Acá puede que te encuentres con cualquier cosa...pero lo importante es que no vas a encontrarte solo.
martes, 20 de abril de 2010
20 de abril, El día de los fumadores de Marihuana. Felicidades amigos/as!
El 20 de abril a las 4:20 pm. es el “día de los fumadores de cannabis”, también descrito como el “Año Nuevo hippie”, la “hora nacional para fumar”, el “día nacional para fumar ganja”, “la celebración”. Un fumador entusiasta relata: “Cada grupo tiene sus festividades y los fumadores de mariguana no son la excepción. El 20 de abril es el día de veneración para los fumadores del mundo.” Otro comenta: “Es relajante saber que cientos de miles de personas se pondrán a fumar conmigo el 4/20. Se trata de la identidad colectiva de los fumadores de mariguana.”
Para los fumadores de mariguana el 20 de abril está cargado con designios emocionales y espirituales, ya que produce un fuerte vínculo colectivo entre ellos. Los fumadores recalcaron la característica especial de la celebración: “Estamos hablando sobre el día de la celebración, el momento de ponerse arriba, la gran maestra de las festividades: el veinte de abril.”
El sentimiento de unidad y las amistades forjadas y renovadas en las celebraciones del 4/20 deben su existencia al hecho de que el 20 de abril es un foro público en la lucha para la legalización. Un fumador explica: “Es un ejercicio de solidaridad; todos se unen para fumar y la policía carece del poder para actuar contra nosotros. Creo es el estandarte más firme del 420, ya que pone el uso recreativo de la mariguana en vista de todo el público y es quizá el primer paso para ganar legitimidad.” Otros explicaron: “El 4/20 a las 4:20 es la hora para unirnos. Para compartir nuestro estilo de vida con otros que se sienten de la misma manera. Para unirnos, defendernos y sentirnos orgullosos de la mariguana”, y “personalmente lo siento (el 20 de abril) como una declaración política. Es la ocasión ideal para reunirnos y demostrar nuestro apoyo a la legalización de la marihuana.”
por que el 420?
Los fumadores de marihuana, como otros grupos con lazos estrechos, tienen un lenguaje especial. Pero casi siempre las personas en su recto y estrecho mundo no lo comprenden. Para que no estan involucrados con este ambiente son extrañas las palabras como “pata”, “porro”, “leño”, “joints”, “blunt”, “kush”, “bong”, y hasta “coffeeshops”.
Después de 30 años de una floreciente contracultura de la mariguana, los no conocedores todavía tratan de averiguar el significado de la frase cannabica más especial de todas: “¿Cuatrocientos veinti… qué?”
Para muchos fumadores el 420 es la luz que guía e inspira. En pocas palabras, para aquellos con la conciencia elevada, el 420 es una parte esencial de la vida diaria.
Es difícil pensar en otra expresión numérica que se le compare. ¿911? ¿El 7 de la suerte? ¿El demoníaco 666? El Sexual 69?¿LSD-25? ¿Aún el infinito 3.1416…? A pesar de la importancia de estos números, ninguno por sí mismo puede acaparar y reflejar la envergadura de la comunidad del 420.
Aprendiendo las “claves secretas”
El aprendizaje es en extremo importante para obtener una identidad. De hecho, es el requisito básico para adquirirla. Si el aprendizaje se da con los amigos o la familia, es muy probable que adoptemos sus prácticas. Una de las primeras lecciones que aprenden los fumadores es que si bien el significado del 420 es obvio para ellos, como un símbolo universal o internacional del consumo y subcultura mariguana, también es un código o un aviso secreto.
Los secretos y el humor son medios muy efectivos para unir los lazos de los grupos humanos. Estos crean una frontera social entre los de fuera y los de adentro; hacen que estos últimos se sientan más unidos. El humor, al menos para aquellos que lo comparten, aumenta la sensación de relajación y calidez. Juntos, los secretos y el humor cultivan la cercanía, el compromiso y la solidaridad de grupo.
La hora del 420
Los fumadores explican que el 420 es “una hora que está entre la mitad del día y la noche, una pausa… un buen momento para relajarse y descansar.” Otros dijeron: “Si mis amigos y yo estamos despiertos a las 4:20 am., siempre celebramos fumándonos una pipa o un blunt. Simplemente es una razón justificada para fumar.” Uno expresa la opinión común de un novato: “Tienes que fumar a las 4:20 si tienes la hierba.” Sociológicamente este patrón es indispensable porque un ingrediente crucial en la receta para obtener la identidad es la inmersión en actividades que la moldeen. Pero si apartamos el valor sociológico, muchos de los fumadores con experiencia se quejaron y criticaron que tal estructura del tiempo creaba un “uso ritualístico del 420” o que volvía “el fumar mariguana como algo superflúo.” Un fumador, que se describió a sí mismo como “patriota por la hierba”, dijo que el 420 no debería guiarse por el tiempo, sino como “un compromiso y un tributo” espontáneo.
Tratándose de usuarios primerizos o expertos, en lo que casi todos estaban de acuerdo es que las 4:20 (am. o pm.) es una fuente de unidad o de conjunto en la comunidad consumidora de cannabis. Saben que cuando encienden un porro a las 4:20, miles o millones de otras personas están haciéndolo por el mismo motivo.
Las conversaciones sobre el origen del 420
Como ya lo habiamos mencionado anteriormente, muchos fumadores de mariguana parecen aceptar el hecho de que el 420 se originó en 1971, en una universidad en San Rafael, California. Los “Waldos” eran conocidos por su gran devoción al cannabis, a los Hermanos Marx y a los grandes comediantes. Cierto día un amigo les dio un mapa de un pequeño cultivo de marihuana, cerca de la península de Point Reyes. “Su hermano cultivaba el terreno”, dice Steve “Waldo”. Los Waldos como se hacían llamar, decidieron seguirse viendo después de la escuela para cosechar las plantas. Como salían a las 3:10 y varios de ellos tenían actividades extra-clase que duraban una hora, se encontrarían a las 4:20 en punto, en la estatua de Luis Pasteur, cerca de la entrada del estacionamiento escolar.
Fuera o no verdad el alegato de Waldo, el verdadero origen del 420 no importa para los fumadores. Unos expresan el típico punto de vista: “El significado real del 420 o su lugar de origen, me parece irrelevante comparado con la sensación del 420. Otros tenían una opinión similar: “Mucha gente no quiere saber el origen del 420, sino disfrutarlo por su valor cultural”. Terceros explicaron, después de reseñar varias posibles teorías: “Mientras algunas de estas historias son más increíbles que otras, todas representan la vitalidad del número para la comunidad de la marihuana.” Al hacer énfasis cuando se discute sobre el 420, Mientras que otros tantos resumieron el sentir general: “Creo que la interpretación más valida de los inicios del 420 es el reforzar las cosas que aprendes.”
Lo que me fascinó respecto a las teorías sobre el origen es que aunque los fumadores discutían y debatían sobre ellas, no les importaba llegar a la verdad última. Esta aparente contradicción cobró mayor sentido cuando aprendí que a pesar del error de docenas de teorías, estas equivalían a un curso básico de literatura cultural de la mariguana. Según me repitieron los fumadores, era más importante discutir y debatir que encontrar la verdad.
Los fumadores aprendieron, por ejemplo, sobre el adoptar una actitud desafiante respecto a las leyes de la policía en contra de la marihuana y sobre el significado de cosas como Ámsterdam, el THC y gente como Jerry García (The Greatful Dead); Peliculas como Cheech y Chong, How High, harold and Kumar; Musicos como Snoop, Cypress Hill, Bob Marley y hasta el mismisimo Carl Sagan. Este curso básico es un elemento primordial en la socialización de los nuevos fumadores. Aportan temas para muchas conversaciones profundas, filosóficas o científicas. Los fumadores dicen que el “filosofar mariguano sobre los orígenes es muy especial cuando se comparte una pipa, el porro o el bong”, y en efecto, se trataba de una “sesión de aprendizaje.” Al explorar y no comprobar las hipótesis del comienzo se transmiten lecciones primordiales en la cultura de la marihuana. En otras palabras, los orígenes del 420 sirven como un maestro bondadoso, jovial y con buen humor.
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